lunes, 15 de febrero de 2010

EL CREPÚSCULO DE LOS INCAS

Edmundo Guillén Guillén

Occidente instauró en América una época de tinieblas, de caos., de genocidio. Los metales preciosos arrancados con el sudor y sangre de nuestras poblaciones nativas evolucionaron el viejo continente hacia el
capitalismo; pero con la involución de América. con la destrucción del proceso civilizador autónomo, perpetuándose una crisis constante, un "subdesarrollo" que no acaba. Y al cumplirse los 500 años de la tragedia, sólo cabe la denuncia de lo inhumano y cruel que fue el establecimiento de la dominación colonial, paralelo al rescate de la verdadera historia, aquella protagonizada por nuestros antepasados en terca y heroica lucha de resistencia, por mucho tiempo silenciada pero hoy por una gran mayoría reivindicada. La conquista, no fue el resultado de la lucha de afortunados aventureros contra "indios" anónimos, sino de una guerra de España contra el Perú de los Inkas o Tawantinsuyo

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